O sea, Las alas del deseo, de Wim Wenders, 1986.
Esta sí que recuerdo la ví gracias a la revista "Caín". Es una belleza, poesía pura. Y un excelente ejemplo de como los yanquis hamburguesean, papafritean y pochoclean toda obra maestra. Sino ver el bodrio "Ciudad de angeles" con Cage y Ryan y luego vomitar.
Por favor, si un dia quieren llenar su alma de algo bello, esta es la película.
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